El colegio


(Dedicado a Pilar M. Clares)

Al colegio iban muchos niños y niñas. Las clases de la izquierda eran de los niños y las de la derecha, de las niñas.

Los libros te los daba la seño y había que cuidarlos mucho.

Los babis eran todos negros, con un cuello de plástico blanco. A la cintura se llevaba atada una cinta de colores.

Cada curso tenía un color distinto, yo estaba en el azul, porque dijo la señorita que ese era el que tenía que hacer.

Recuerdo dos señoritas. Una de cuando estuve en el azul y otra de cuando estuve en el rojo:

Doña Consuelo pegaba unos bofetones tremendos a los niños.

Era grande y siempre llevaba la ropa de color azul. Cuando estaba de pie tapaba medio encerao.

Siempre estaba enfadada, siempre, siempre, siempre…

- A ver tú, decía, al encerao!

Esto lo decía cuando tenía ganas de dar bofetones a alguien.

-Apunta: siete, nueve, seis…por tres.

-No sabes escribirlo? !Vamos, rápido, escribe!

-¡Por tres, gritaba, por tres…apunta!

- ¿A sí señorita? Preguntaba el niño.

Y ella se levantaba y…¡bofetón!

Sin explicarle qué había hecho mal, le decía:

- ¡Siéntate! ¡A ver, tú! Y sacaba a otro niño.

Yo me sentaba todo lo detrás que podía y estaba calladita y atenta.

Un día la señorita dijo:

-A ver, tú, la de los rizos. Y me sacó al encerao

-Nueve, siete, cinco…por siete. ¡Vamos!

-¡Siéntate!

Y nunca más me volvió a sacar.

Creo que a ella lo que la gustaba era sólo dar bofetones…

Otra de las profes era Doña Isabelita. Ella no daba bofetones, ni gritaba, ni sacaba a los niños al encerao…sólo hacía punto y preguntaba la lección.

-A ver, decía, quién se sepa la lección que levante la mano.

Luego decía:

-Los que se sepan la lección al recreo, los demás castigados. Mañana los deberes y la lección otra vez.

Por la tarde, tocaba dictado durante toda la tarde:

-Dictado.

Decía, sin levantar la cabeza del punto que estaba haciendo.

-La…mamá…venía…caminando…

Y seguía callada haciendo punto.

Al rato preguntaba:

-¿Habéis terminado?

Los niños siempre decían:

-No señorita.

Y ella repetía:

- la… mamá…venía…caminando…

A los dos meses, una de las mañanas, me acerqué a la mesa de la señorita y le dije:

- Señorita, que ya no voy a venir al colegio hasta que no estemos en el final del libro.Ya he hecho todas las lecciones y todos los dictados y todos los deberes...es mejor que esté en casa, porque ya me he aprendido el libro y me aburro mucho…

La tuvo que molestar mucho que la interrumpiera su punto, porque me preguntó muy enfadada:

- ¿Pero qué dices, que no quieres venir al colegio? ¿Que no te estoy enseñando nada?

- Sí señorita, quiero venir al colegio, pero cuando haya un libro nuevo…

- ¡Vete a tu casa! dijo muy enfadada.

Y yo me marché.

Mi madre también se enfadó mucho conmigo.

-¿Cómo que no vas a ir al colegio? ¿Y qué vas a hacer en casa?

- Es que, decía yo, ya me sé todo el libro y todos los deberes y todos los dictados. Y la seño sólo hace punto… y nunca nos mira los dictados…y tarda mucho en dictar…y me aburro mucho.

Pero el lunes tuve que ir al colegio.

Entré la última y me senté en el último sitio, bien atrás.

Pero la seño me vio. Y dijo denseguida en voz alta:

- Mirad, ya ha vuelto la sabijonda. ¿Ya sí quieres estar en el colegio? ¿Ahora resulta que sí puedo enseñarte cosas?

Yo no le contesté.

Todos los niños me miraban y estaban riéndose mucho de mí.

Durante unos días la seño, dictó más rápido y preguntaba las lecciones.

Durante unos días ponía más deberes y luego los corregía…luego siguió haciendo punto y volvimos como al principio…


(La señorita Consuelo, continúa viniendo al pueblo algunos veranos, vestida aún de azul)


11 comentarios:

Anónimo dijo...

ojos de niña despierta.
Todavía.

besos.
Es una delicia leerte.

Unknown dijo...

Pues si, coincido con Julia, porque tiene atmósfera y sabores. Aire de puprites y rincones polvorientos, con sabor a tiza.

Pilar M Clares dijo...

Qué buenos tiempos ...ay, esos bofetones bien dados jajajajajaja

Por eso cuando la gente se queja de la enseñanza de hoy, siempre se me ocurre lo mismo: cómo se te nota que vienes de la de ayer.

El cuello de plástico jajajajaj, qué higiene, qué fashion jajajajaj

Mil besos, qué decirte, eres grande, hermosa; te agradezco muchísimo la dedicatoria, y te dejo un beso lleno de cariño. Para que luego digas que es difícil escribir (...a que te doy un... jajajaj)

Chayo dijo...

JIjijijiji!!! Ay, por favor, ¿por qué no hablas con algún director y creais una serie de TV?...
Yo la seguiría seguro!!!

Celeste dijo...

No sabéis cuanto agradezco vuestra compañía y que sigáis estos relatos que son trocitos de unos años en que estaba ojiplática con los mayores y sus cosas. jajajaja
Ahora, cuando escribo parece divertido, pero allí estaba yo, enfrentada a un mundo que no comprendía en absoluto y en el que querían encajarme.
Gracias a la vida maravillosa que siempre ha corrido por mis venas, yo pensaba: "pobrecillos" jajajajajajajaja
Julia, linda. Gracias.
Lucia, cálida. Gracias.
Pilar, genio. Gracias.
Chayo, música. Gracias.
Abrazos, de los que llegan y dan calorcito del bueno.

A todos los que leéis sin dejar comentarios pero que luego llamáis o escribís correos:
Hermosos todos/as: gracias.

Pilar M Clares dijo...

ojiplática jajajajaajjajaja
...grande eres

ah, ¿que estabas ahí?
¡A ver si vas a ser la maestra!¡canalla, abusona! jajajaajajaj

Muchos besos, bonica.

Anónimo dijo...

Desde Suiza, alguien de la asociación de Extreméños en Lucerna:

Leer tus textos es un placer. No sólo por lo sencillos y amenos que resultan sino porque son totalmente próximos. Hablas de todo aquello que la mayoría de nosotros sentimos y vivimos.
Tus ojos de niña despierta nos vuelven a colocar en las calles en la escuela, en las resolanas, con esas largas tardes de calor donde se bordaban interminables manteles de lagarterana…
Recuerdo a Doña Consuelo, menudos bofetones!!!!!!!! Yo era de los que recibía jajajaja
Y a Doña Isabelita siempre con sus agujas de tejer.
Te acuerdas de… ¿cómo se llamaba aquella que siempre andaba oliendo “Pegamento y medio”? ¿Te acuerdas? Jajajaja ahora lo comprendo!!!!

Un abrazo grande y gracias de verdad, es un placer. Sigue todo esto por favor!

Pilar M Clares dijo...

Y digo yo que harías la comunión,noooo???

Uhs, siempre tengo que estar achuchándote, ozú.

¿Dónde te metes?

Besico

Anónimo dijo...

Mi madre siempre nos contó algo muy parecido aunque ella hablaba también de "tecnología punta del castigo" refiriéndose a la implantación de la regla de madera jajajajajaj pobres....
Ahora son los alumnos quienes pegan a los profesores...hay que ver cómo cambian los tiempos.
Me encantó este texto!!Hacía tiempo que no te leía y como siempre es un placer ;-)
Te dejo un abracín :)

Sarashina dijo...

Conmovedora foto, de cuando los niños con los niños y las niñas con las niñas. Y el relato muy divertido. Para mí, la verdad, no era tan divertido estar allí, pero así contado, con la distancia, bueno, me he reído. La vida.

Celeste dijo...

Os doy la gracias, pero sé que es poco...
B, un abrazo grandote!
Pilar, la comunión está al caer jajaja!

Clares, un honor tu visita. Me río mucho escribiendo...pero siempre es agridulce.

Abrazos grandotes.