Rajatablas


Ya hacía mucho tiempo que no íbamos al pueblo.

La última vez que fuimos me vine muy enfadada, ¡pero mucho!!

Mi madre y mi tía me llevaron con ellas al pueblo próximo para que una señora que se llamaba “matrona” revisara a las “mellizinas” y ver si estaban bien.

Fuimos en la burrita de la abuela. Las niñas ahora estaban algo más grandes, pero seguían siendo muuuy pequeñas y no decían nada: sólo dormían o lloraban.

Ellas iban en las “aguaderas”, colocadas bien arropaditas para que no tuvieran frío y estuvieran calladitas y yo iba con mi tía montada en la burra, aunque algunos ratos también caminaba con mi madre, para que la burrita descansara de tanta carga.

¡Estaba muy lejos! Salimos por la mañana temprano, yo tenía sueño y me cansaba, pero era importante que a las niñas las viera esa “matrona”.

El lugar olía muy raro y tenía muchas cosas que yo no conocía. A las niñas las pusieron en una mesa y las hacían muchas cosas: las midieron con una cinta, las pesaron en un plato grande, las tocaron mucho la tripa…yo estaba sentada y escuchaba con atención porque la señora estaba dando “las rajatablas” a mi madre:

- Esto, decía, a rajatabla. Y esto otro a rajatabla. Y así todo el rato.

Cuando terminaron las rajatablas, le dio a mi madre varias cajitas muy bonitas con dibujos de niños por fuera y llenas de cositas muy especiales, y la dijo:

- ¡mucho cuidado con esto, es para las niñas y tienes que dárselo como yo te he dicho, ni más ni menos!.

Luego, sin nada más, la señora matrona, dijo:

-¡venga, adiós, hasta otro mes!

Y nos salimos.

- Mama, decía yo, aún no podemos irnos y tiraba de ella. Pero ella y mi tía, estaban liadas con las mellizinas y me decían:

-sal, pero rápido, ¿no ves que tienen que pasar otras niñas? ya es tarde, anda, date prisa en salir y calla.

Yo estaba muy enfadada. Y cuando volvíamos para casa, no quería hablar y estaba llorando.

- ¿Y ahora qué te pasa a ti? Dijo mi madre. ¿Qué mosca te ha picado?

- Pues que nos hemos venido y a mí no me han dado ninguna rajatabla, ni cajitas, ni me han medido con la cinta, ni me han visto la tripa…¡ni nada!!!!!!!!

- Anda, anda, dijo mi madre. ¡Que rajatablas ni que narices!

Y lo decía muy enfadada conmigo mientras tiraba de mi mano para que caminase más rápido andando detrás de la burrita.

- ¡Pues yo quiero mis rajatablassssss!!!!!! , gritaba yo mientras lloraba todo lo que podía. ¡Y quiero mis cajitas con cosas especiales!!!!!!!

¡Quiero mis rajatablasssssss!!!!!

Así todo el camino…

Mi madre le decía a mi tía:

- Qué niña ésta, menuda “tabarra” nos está dando. ¡Mira la “perra” que está cogiendo! A saber de qué está hablando. Desde luego, ¡que rara nos ha salido!

Al llegar a casa, cuando vino la abuela y dijo que nos marchábamos a La Raña al día siguiente, me alegré mucho: ¡¡ya no quería estar en el pueblo nunca más!!

..


6 comentarios:

Chayo dijo...

Pobre!!! Y encima te decían que eras rara!!

Pilar M Clares dijo...

Desde luego que te entiendo, querida Celeste, esas mellizas ya nacieron a rajatabla, como nace todo el mundo, menos nosotras, jo. Si te contara... en cuanto salga de este odioso campamento de monjas en el que me han metido, nos escaparemos en busca de nuestras rajatablas! Nos las merecemos, y tú más.

Bonita esa imagen de las mellizas metidas en las alforjas ¿es verdad? (¡qué pregunta!)

Besico, me gusta verte crecer.

Pilar M Clares dijo...

Se me olvidaba, sabia: ¿estará alguna vez todo en su lugar?
Por mis rajatablas que no me lo creo.

Celeste dijo...

Querida Pilar, TODO lo que cuento es tal cual. Mis hermanas, las llevaban en unas "aguaderas" como las que se ve en el burro de la foto,(no en las alforjas) bien colocaditas, una a cada lado, tal cual. Catorce kilómetros hasta la matrona y volver.
A la mayor (yo en este caso) andando a ratos y de prisita, sin molestar...jajajaja No sé si todo se terminará de ajustar en su sitio...los campamentos con monjitas, las injusticias de los adultos CONTRA los niños, que no entendían qué era lo que estaba pasando o porqué pasaba...todo tiene un tiempo y luego, termina por ajustarse. Tranquila, tendremos nuestras rajatablas y nuestras cajitas de colores.( ¿No sientes que las estamos teniendo ya?)
* Mis hermanas consideran que hablar de esto, es hablar contra ellas y contra el buen nombre de mi madre jajajaja se lo toman fatal. Tengo que escribir "clandestinamente" jajajaja les sienta fatal recordar.

Querida Chayo, tu si que me comprendes!

Abrazo grande a las dos!

Julia Ardón dijo...

jajaj...una delicia leerte.

es que una niña sin rajatablas no está completa...

jajajja

Celeste dijo...

Gracias de verdad a todos l@s que me leéis, me encanta escribir esto, me encantaaaaaaa! Me vuelvo a hacer niña, tendríais que oírme leyendo un trozo, me cambia la voz jajajaja